El mundo se mueve por la inspiración, las aspiraciones, los sueños, las expectativas, en fin… por eso es importante la relación entre marketing y arte.
Si piensas en una canción, por ejemplo, tu favorita ¿Qué te trae a la mente? ¿Qué te recuerda? ¿Una persona, una situación, un lugar?
O si hablamos de cine, esas películas que tanto te atraen ¿Por qué lo hacen? ¿Es el guion? ¿Son los efectos? ¿Los actores?
¡Tranquilo! Este no es un examen en donde exista una sola respuesta, quizás todas las anteriores son válidas para ti y eso es perfecto.
Porque precisamente eso es lo que queremos mostrarte si te pones a pensar como consumidor, con todas las emociones que lo mueven a actuar.
Los maestros de la movilización
No pienses en el marketing como el pionero en mover a las personas, en hacerlas actuar de la manera que buscas.
El arte ya venía haciéndolo, de cierta forma, con mucho tiempo de anterioridad, incluso sin la necesidad directa de incrementar ventas.
Crear un buen libro, una novela, un cuento o cualquier historia de ciencia ficción, sí que necesita de una buena imaginación ¡no solo del escritor!
Pensar en crear sensaciones al público a través de las letras parece un desafío de titanes y bien que lo saben los poetas.
Pero de ahí también se ha alimentado el marketing, para decir en pocas palabras todo lo que espera que haga el público.
Incluyéndole a esto los beneficios del producto, las ventajas competitivas y la diferenciación con grandes de la industria.
Lo anterior no solo pasa con las letras: una pintura, canción o incluso una textura puede ser empleada para vender (por su capacidad de transmitir).
Aún no nos metamos con las ventas, sigamos viendo su poder movilizador…
Una buena combinación
Pensando en la relación entre marketing y arte, podríamos decir que es una de las que tiene mejores pronósticos. Un sí para toda la vida.
Porque no es de gratis que en las grandes agencias de publicidad se nombre como director de arte al líder gráfico.
Si piensas que crear un buen mail es solo una suma de investigación, palabras que más generan apertura y detalles técnicos, permítenos decirte que no.
El arte está implícito en la selección de colores correctos para evocar una sensación de ansiedad, placer, afán o calma (dependiendo del objetivo).
Él da la posibilidad y el camino perfecto para transmitir emociones de distintos tipos (incluso sin decir palabras).
Algo así como pasa con la reconocida Gioconda (Mona Lisa), que hay quienes se atreven a dar apreciaciones diversas.
Por eso se convierte no solo en un muy buen ejemplo de captura, enganche o atracción, sino también en un referente para crear en publicidad.
Otro de los motivos para que esta sea una combinación exitosa es que da la posibilidad de inventar “lo que no está hecho aún”.
Si bien generalmente los inventos parten de un conjunto de cosas ya creadas, el arte da la posibilidad de no tener límites ¡punto a favor!
De esta forma una marca podría incluso usar ciertas letras para agregarle a su vocabulario una palabra representativa.
Palabra que quizás no aparezca en el diccionario, no esté aceptada por una real academia de la lengua, pero que sea propia y única.
Ahí es cuando el marketing entra como protagonista, para darle un sentido a la palabra, para posicionarla y relacionarla con la marca.
Y si haces este mismo ejercicio con la música, los jingles, las series o las películas, verás lo bien que combinan (mientras venden y posicionan).
Aliados perfectos
Existen muchos ejemplos para demostrar que cuando se genera una alianza entre ambos, el éxito puede ser considerable.
Grandes marcas del mundo, por ejemplo: de licores, han hecho alianzas con artistas para incrementar sus ventas y llegar a más personas.
Bien sea que los usen en su empaque o que simplemente se apoyen para hacer publicidad, buscan hacer una relación entre marketing y arte ganadora.
También, la industria de la moda ha usado modelos (que tienen su propia marca individual), para hacer una colección bajo su nombre.
Así no solo están empleando el arte de ellas como “imagen consolidada”, sino que le están dando un giro y apertura a un nuevo público.
También pasa con las pinturas, empresas que se dedican a hacer agendas, sombrillas o morrales, han usado la noche estrellada.
Lo hacen también para llegar a personas particulares, para diferenciarse y por supuesto para crear una colección puntual, de temporada o diferencial.
Hay incluso otras empresas que han comprado derechos para intervenir la canción de un artista puntual y usarla en una campaña publicitaria.
¿Es tan común como parece? ¡Sí! Eso se debe a que la relación entre marketing y arte es todo un hit.
La música como herramienta de ventas
Y si hablamos de arte, tenemos que mencionar a la música que tanto inspira, que hace parte del día a día, que está en todo.
Muchas de las marcas grandes del mundo, deciden usar como estrategia de ventas una canción puntual de un artista.
Lo hacen precisamente porque saben que es una buena forma (más cercana), de conectarse con su público.
Pero también porque entienden el poder que tiene la industria musical para generar emociones, para darle vida a un producto, una historia, etc.
Así es como los jingles se vuelven tan famosos y permiten que una marca llegue al top de recordación ¡gol para la música!
¿Sabes cómo integrarlo?
La relación entre marketing y arte no es solo buena, sino que se convierte en necesaria a la hora de persuadir a un público específico.
Sea con las películas, para darle a los artistas la personalidad de la marca que buscas a través de emplazamientos.
O con libros, para encontrar una frase perfecta que bien podría haber sido dicha por tu empresa y te representa.
Quizás también con las pinturas que pueden ser una herramienta no solo de ventas, sino también de insumo para la creación de un producto.
Y por supuesto con la vida que generan las canciones, la música y los diversos artistas que permiten conectar al mundo.
De esto último sí que podemos hablarte, porque sabemos cómo lograr un buen marketing para artistas o para marcas.
Precisamente, porque entendimos que el mundo se mueve por emociones, que el marketing se alimenta de ellas y los usuarios las consumen.
Así que ven aquí, hablemos por una llamada o agendemos una buena conversación para mostrarte cómo sacarle el power a esta combinación explosiva.
Porque lo que sabemos, es que de esta relación entre marketing y arte nada puede salir mal.